Magos y brujas del siglo XXI
De sacerdotes y sacerdotisas de TikTok
Parte I : En el principio
Un cazador recibe sobre su rostro las marcas de fortuna y buena caza. Al otro lado de la fogata, un hombre vestido de túnicas y adornos, dibuja en las paredes símbolos celestes. Su trabajo no es traer a casa mamuts y pieles, su trabajo es hablar con los dioses.
Pedro es condenado a morir crucificado. El más alto honor para alguien en su posición, habiendo difundido la palabra de Cristo, sueña con el día de reencontrar a su mentor en el Paraíso. Su petición es una cruz invertida, indicando que no es digno de morir como su maestro. El sitio de su muerte se convertirá en bastión de peregrinaje y en el centro de poder de una de las instituciones más influyentes de la historia. Amén.
Es Domingo, mi abuelo acomoda sobre su cabeza el viejo sombrero que le protege del sol. Su mirada elevada a la iglesia del pueblo, donde sin falta asistirá a misa cada Domingo mientras la vida lo permita. La meticulosa ejecución de los símbolos que aprendió de niño, símbolos que viajaron a través del océano Atlántico siglos antes de su nacimiento. Por la señal de la santa cruz, una cosecha ha de salir bien, un enemigo ahuyentado a la puerta, Dios te salve María.
Paula despierta de un intranquilo sueño. Afuera el viento es un tanto inquietante y la luna llena en el cielo le recuerda que es hora de consultar sus astros. Paula no habla con oráculos en ciudades remotas, y los años le han enseñado a desdeñar la tradición de sus padres, Paula encuentra a sus sacerdotes al alcance de su mano; en un carrusel infinito de contenido, Paula busca las respuestas para una vida mejor.
La tradición del pensamiento mágico de la humanidad es demasiado extensa como para enumerar aquí, pero no deja de ser interesante. En el pasado debo admitir pasar por la época del ateísmo — por falta de una mejor palabra — cringe. De argumentos en comentarios de YouTube y otras plataformas. Me gusta pensar que esa época ha quedado atrás y hoy en día, el contenido relacionado con estudios religiosos me parece de lo más interesante. Hay mucho que aprender en las formas como nos hemos relacionado con lo divino, en las explicaciones y mitologías en torno a la religión. En el pasado, durante el renacimiento e ilustración, se pensaba que de alguna forma la razón, como método para entender e interactuar como la naturaleza, terminaría triunfando sobre formas de pensamiento místico. Y si bien es cierto que la forma de vida moderna es posible en gran parte gracias a los desarrollos de la ciencia y razón, también es cierto que el pensamiento religioso no puede ser extinto del todo, y nuevas formas de interactuar con lo desconocido y divino aparecen en la cultura.
Un hecho fundamental de la vida moderna, es que nuestras interacciones sociales están irremediablemente mediadas por tecnología. Es en este espacio de plataformas y cantidades inagotables de contenido, qué nuevas formas de pensamiento mágico aparecen.
Quizás no del todo nuevas, estas ideas poco ortodoxas vuelven a la vida, elevadas a la cima por algoritmos y audiencias cautivas. Con las viejas religiones cayendo fuera de favor, queda un vacío teológico, y en la tierra fértil creada por décadas de desdén por parte de las instituciones religiosas tradicionales, aparecen estos, ritos y místicas, los nuevos sacerdotes son coronados en un like y ofrecen a sus fieles el evangelio de darle a like y subscribirte.
Influencers hablando de astrología y el renacimiento de ciertas ideas esotéricas, de lo que alguna vez se denominó New Age, abundan en redes sociales. Ideas como las presentadas en El Secreto, donde la ontología del universo, responde a la voluntad de individuos, son popularizadas en TikTok otras plataformas adyacentes. En America, religiones como Wicca y otras formas de paganismo, representan los grupos religiosos de mayor crecimiento. La estética Wicca y pagana es ciertamente atractiva, hay algo de magia en bosques remotos y recetarios, dicha estética, fácilmente reconocible, brinda al movimiento una ventaja sobre otras formas de religión modernas. Crucifijos y rosarios lucen muy aburridos al lado de recetarios en bosques, maquillajes góticos y fórmulas secretas olvidadas por la vida moderna.
No es mi intención cuestionar las creencias y prácticas de ninguna persona, mi interés es en su lugar interrogar el porqué. ¿Por que aquí y ahora parece haber un resurgimiento de dichas prácticas? Y como — y si de alguna forma — se diferencian de otras formas religión. Tal vez quiero sugerir que las prácticas religiosas modernas tienen un aspecto de consumo, más acentuado que religiones tradicionales y que a su vez no se distinguen demasiada de otras formas de cultos.
Pero antes, quiero hablar de rezar a los aviones.
Parte II — Ángeles con alas de acero
Durante la segunda guerra mundial, pequeñas islas en el Pacífico recibieron por primera vez la visita de la modernidad. Y de que otra forma, más que en la forma de maquinaria de guerra.
Si bien algunos meses antes de las bombas nucleares de Hiroshima y Nagasaki, la rendición japonesa era el hecho más probable, la campaña en el Pacífico se perfilaba a ser una lenta retoma de territorios e islas. Lo remoto y extenso del territorio, dificultaría cualquier operación militar a escala.
En este contexto, soldados americanos aterrizaron en islas remotas, trayendo consigo equipamiento, armas y otras cosas más sutiles pero igual de importantes en el esfuerzo de guerra, banderas y latas de jamón. Estas señales se convertirían en el centro de nuevas religiones en la isla, nuevos profetas que auguran el regreso de los hombres de cielo y sus aves de metal.
Estas religiones y cultos, han recibido el nombre de Cargo Cults, o cultos de cargo. El simbolismo de aviones y equipos de comunicación es crucial importancia, y como todas las otras religiones en el mundo han tenido ocasiones separaciones, rupturas y cismas, pero la idea central, el deseo del retorno de estos hombres del cielo, es una constante.
Los devotos recrean con sus medios pistas de aterrizaje, o antenas de comunicaciones y platos satelitales con bambú y otros elementos a su disposición. Rifles de madera que no dispararan, cajas de madera que nunca capturaran una señal de radio, pero que esperan pacientes por el regreso de John Frum y las latas de jamón SPAM.
Es fácil hacer de lado estas formas de pensamiento mágico y considerarlo como parte de una cultura primitiva o menos civilizada. Es fácil pensar que estar religiones de cargo son el resultado de una civilización poco científica, irracional y que nuestros avanzados cerebros occidentales jamás caerían en tales trucos. Y luego recuerdo magos y sacerdotisas de TikTok, utilizando las buenas vibras, la posición de las estrellas y la voluntad del cosmos para que tu ex pareja regrese.
Los habitantes polinesios no son estúpidos, y es poco probable que piensen algo como que los soldados americanos que aterrizaron son dioses o algo por el estilo. Sencillas asociaciones causales pueden tornarse transcendentes si por chance, ocurren en el momento apropiado. Los americanos llegaron, construyeron pistas de aterrizaje y torres de comunicaciones, luego llegaron los aviones y las latas de jamón, es evidente entonces que para que regresen se deben recrear sus rituales y ceremonias. Es Manifestar.
Los habitantes de la isla del algoritmo tampoco son estupidos. Y aunque pueda parecer que la intención es desmerecer de alguna forma dichas creencias, nada más lejos de la realidad. Estas formas de pensamiento mágico obedecen si, a impulsos primitivos y universales, el mismo deseo que lleva a los polinesios a hacer aviones de bambú, alimenta la actitud de millones de jóvenes para adoptar rutinas y rituales. La eficacia o no de esos métodos y formas no es el punto, el resultado no es lo importante, lo importante es la fe.
Quizás algunas conclusiones
Hay muchos aspectos interesantes dentro del marco de las religiones modernas, uno que no toco demasiado, pero al que podría volver en un futuro es el aspecto del consumismo, y como el acto de consumo aka comprar y vender, puede adoptar un carácter religioso en el mundo moderno; pero quizás el punto principal, es notar como los vacios espiritules siempre buscan ser llenados, y como, en el fondo no importa si eres un habitante de una isla remota o un joven al que le gusta la estética de las brujas en Halloween, la condición humana y su incertidumbre ante lo desconocido, son una puerta abierta al pensamiento mágico y otras expresiones de religiosidad.
Todos buscamos entender un poco mejor nuestro lugar en el mundo, es una necesidad universal. Primitiva si se quiere. Si el chamán puede proveer una explicación para los truenos, nos vamos a sentir más a salvo en la tormenta, sabiendo que al menos alguien sabe, que está menos perdido. Llegar incluso a sonreír cuando un trueno finalmente nos golpee.
Por mi parte, puedo decir, que prefiero una dosis sana de escepticismo, no solo ante la magia de TikTok sino ante cualquier cosa que proclame tener recetas infalibles y explicaciones perfectas para la vida y sus problemas. El mundo, su complejidad y dificultades, lo arduo que es encontrar un lugar como humano, no puede ser reducido a explicaciones de segundos y la noción de que alguna forma el universo gira en torno a nosotros. No lo hace. Es difícil. Requiere trabajo, entender la vida, alguien podría decir que toma una vida entera.
